Cómo crear un personaje - Introducción [Link]
Cómo crear un personaje - Estereotipos y arquetipos
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Estereotipos y arquetipos
Cuando pensamos en crear
una historia ya nos vamos haciendo una idea acerca de sus personajes, por más
vaga que sea. Así que hay que preguntarnos ¿cómo es su personalidad? ¿cuál será
su función en la historia? ¿para qué los vamos a usar? Al momento de hacer
personajes de ficción debemos tomar ciertas consideraciones. Una de ellas -y
sobre la que tratará este artículo- consiste en identificar las bases o modelos
existentes para, posteriormente, elegir aquellos que se adecuen a lo que
buscamos.
- Los estereotipos
Los estereotipos están
fuertemente ligados a los prejuicios sociales -generalmente negativos-, de
manera que el público ya tiene una idea acerca de cómo es un personaje antes de
conocerlo. Seguramente todos estamos familiarizados con personajes de este
tipo, como lo pueden ser la rubia tonta, el científico loco, la princesa en
apuros, el nerd del salón, etc.
Es común que este tipo de
seres sean recurrentes en las parodias dado su conjunto de características y
clichés fácilmente reconocibles por el público. En la serie Los Simpson, famosa
por parodiar la sociedad estadounidense, el jefe Gorgory y el profesor Frink
son un ejemplo del científico loco y el policía gordo come donas
respectivamente.
Aunque algunos probablemente
estarán en desacuerdo, podemos tomar en cuenta el uso de estereotipos como un
buen recurso para las sátiras y las ironías. No obstante, si el proyecto se
trata de algo serio y lo que buscamos es que los personajes sean realistas,
utilizar este tipo de modelos se convierte en algo poco recomendable.
- Los arquetipos
Errónea y frecuentemente
incluidos en la categoría de estereotipos, los arquetipos son aquellos
considerados modelos o bases. Definido por el dRAE como el "modelo
original y primario en un arte u otra cosa", el arquetipo de personaje es
la base o esquema que se puede tomar como punto de partida para crear un
personaje único. En las narraciones cada ser tiene una función o propósito
definido y es aquí donde entran los arquetipos. El héroe, el antihéroe, el
amigo fiel, la princesa, el sabio y el villano son algunos ejemplos comunes.
Autores como Merce Clasca
y Christpoher Vogler nos mencionan los arquetipos que se presentan en las
narraciones más frecuentemente. Clasca señala la existencia de 6 básicos que
son: el protagonista, el antagonista, el amigo fiel, el escéptico, la razón, la
emoción y el co-antagonista; mientras que Vogler se refiere a los siguientes:
el héroe, el mentor, el guardián de la puerta, el heraldo, la figura cambiante,
el bufón y el embaucador. Sin duda estos arquetipos son tan recurrentes y
necesarios que si nos detenemos un instante para analizar cualquiera de
nuestras historias favoritas es seguro que los encontraremos.
En conclusión crear una
clase de personaje u otro dependerá del tipo de narración y del propósito que
queremos que tenga. Utilizar estereotipos puede o no ser aceptable, pero
basarnos en arquetipos es imprescindible. ¿Por qué? Porque toda narración
requiere, por lo menos, un protagonista y un antagonista que sean capaces de
envolver al público en nuestra historia.
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